El alzheimer es una enfermedad progresiva que se caracteriza por la pérdida de la memoria, la desorientación temporal y espacial y el deterioro intelectual y personal de la persona afectada.
Es por eso que a medida que avanza la enfermedad, las tareas que alguna vez fueron simples se vuelven difíciles o imposibles de realizar para la persona.
Te dejamos algunas sugerencias prácticas para ayudar a tu ser querido en este proceso.
Es importante que establezcas una rutina diaria para que los días sean más predecibles y menos confusos. Esto al programar las tareas más difíciles, como bañarse o acudir a citas médicas en un horario adecuado cuando la persona esté más calmada.
Si el ser querido al que estás cuidando tiene ciertos hábitos o rutinas, adáptate a ello y facilita este proceso. Si el quiere vestir las mismas prendas de ropa todos los días, facilita la situación comprando piezas iguales.
Con tu horario en mente programa con tiempo las tareas y actividades que tienes que realizar para que no tengas que apurar a tu ser querido.
No trates a la persona como alguien inútil, involúcralo en todo lo que sea posible, si el puede vestirse solo, déjalo hacerlo. De esta forma se sentirá mucho mejor.
Entre menos alternativas le des mucho mejor. Trata en lo posible de ponerlo a escoger entre dos o tres cosas.
Apaga el televisor y reduce al mínimo, las distracciones a la hora de la comida y durante las conversaciones para que tu ser querido pueda enfocarse mejor en la tarea que realiza en ese momento.
Estas son algunas recomendaciones para evitar situaciones negativas:
Si es posible, evita las alfombras en el hogar, las extensiones eléctricas o cualquier desorden u objeto que pueda hacer tropezar a la persona.
Coloca bajo llave las cosas que sean peligrosas para tu ser querido, como medicamentos, productos de limpieza tóxicos, pistolas, alcohol y lo que consideres un peligro para este.
Evita quemaduras, graduando el agua caliente de la ducha.
Mantén fuera de su alcance los fósforos y los encendedores. Si tu ser querido fuma, asegúrate que lo haga bajo supervisión.
Si por otro lado, conoces a alguien que cuida a una persona con esta enfermedad, no dudes en prestarle tu ayuda yendo al supermercado, acompañándolo en una emergencia, manteniéndote al tanto de la situación y brindándole tu apoyo en lo que sea posible.