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San Valentín fue un santo quien en la época del imperio romano de Claudio II (año 268 d.C.) casaba a los soldados con sus amadas en donde ambos se profesaban votos de amor.
Claudio, quien no le gustaba esa idea pues aún en Roma no aceptaban el cristianismo, envió por San Valentín, aunque su idea era solamente reprenderlo, hubo quienes en el poder aconsejaron al rey matarle.
Cuenta la historia que la hija de Claudio era ciega y San Valentin oro por darle el milagro de la vista. Antes de su muerte le entregó a la joven un papel, ella no comprendía pero al abrirlo recuperó la vista y pudo leer «Tu Valentín».
El 14 de febrero de 494 ya instaurada la iglesia en Roma, se instauró ese día para aplacar las festividades paganas en las que se sacrificaban a perros y cabras con los que se improvisaban látigos con los que las mujeres peleaban para asegurarse la fertilidad.
Pero la festividad en la que se evocaba los milagros y las acciones en pro del amor y la amistad que San Valentín profesaba logró que los feligreses dejaran de lado esa celebridad tan sangrienta.
Desde entonces se celebra el Día de San Valentín o Día del Cariño en donde se expresa el amor y la amistad demostrando de diversas formas.
Muchas son las formas a través de las cuales se puede demostrar el cariño hacia otras personas.
Pequeños objetos, dulces, chocolates, globos, peluches, flores. Pero quizá lo más importante y que lo que se regale se de con la mejor de las intenciones, demostrar que tu amigo, tu familia o tu pareja en realidad importa y tiene un espacio en tu corazón.
No podemos negar que recibir y dar un pequeño presente hace sentir a la persona muy agradada por ello te dejamos algunas ideas pue puedes hacer con tus propias manos.
Si te gusta cocinar, es el momento de mostrar tus habilidades culinarias horneando galletas y envásalas en un tarro de cristal.
Hombres, las flores les encantan a las mujeres chicas y mejor si van con un pequeño chocolate.
Una cena con tus familia en la que todos pueden poner un granito de arena para pasarla muy bien.
Si tienes pareja, una cena romántica con una mesa prolija y unos cuantos detalles y muchas risas harán tu velada inolvidable.
No te rompas la cabeza pensando qué regalar, conoce un poco más de los gustos de la persona y enfócate en ello.
