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En el 2012, Forbes publicó un artículo titulado: «Conoce a El Chavo, el huérfano más famoso (y rico) del mundo.», en el cual se hizo un análisis del impacto económico que ha tenido este programa al rededor del mundo desde los 70s. A partir de esta perspectiva, se puede explicar la importancia de la economía naranja en el mundo económico.
La economía naranja «es el conjunto de actividades que permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual.», según John Hawkins, el creador de este concepto.
En otras palabras, la economía naranja son aquellas actividades (consumo, producción, intercambio, distribución de bienes y servicios) que provienen de la industria creativa. También se le conoce como «economía creativa».
El programa de televisión mexicano, «El Chavo del ocho», es un buen ejemplo del aporte que tiene un producto artístico en la economía; no solo crea un impacto cultural y social, también uno financiero.
«Desde que terminó su producción en 1992, el programa obtuvo un estimado de $ 1.7 mil millones en tarifas de sindicación para Televisa, que posee los derechos audiovisuales de la serie, con repeticiones en TV regular que representan $ 1.5 mil millones de esa cantidad, mientras que los ingresos restantes provinieron del cable. El Chavo hizo 1,300 episodios durante sus 24 años de duración, lo que significa que cada episodio de media hora ha ganado más de $ 1.3 millones hasta el momento.»
Anderson Atunes, Revista Forbes
El proceso de creación de este programa de televisión comenzó con una idea; a alguien se le ocurrió hacer un programa cómico de un niño huérfano que vive en un barrio. Luego, esa idea fue expuesta a una productora, la cual analizó su aspecto creativo, innovador y financiero: ¿cuánto me cuesta producir este programa? ¿cuál será mi ganancia? Esta etapa del proceso es la que define la economía naranja, según John Howkins, porque se «transforma una idea en beneficios».
Por ello, la innovación forma parte esencial en la economía naranja y la industria creativa siempre está buscando ese factor único.
La economía creativa surge de la noción de que todos los seres humanos poseemos creatividad; somos seres creativos. Es una fusión entre este concepto y la economía.
Los integrantes de esta «región naranja» son personas que pertenecen al cine, espectáculo, medios audiovisuales, artes plásticas, arte digital, literatura, música, turismo y cultura, tecnología e inventos, diseño y servicios creativos.
