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«Comparto mi experiencia para que le ayude a alguien», dijo Juan Miguel Rosales, 37, sobreviviente de abuso sexual infantil. El guatemalteco ha compartido su historia con distintas instituciones e individuos con la esperanza de evitar más casos de abuso y ayudar a los sobrevivientes. Esta vez, le cuenta su testimonio a El País de los Jóvenes como parte de la campaña #NoMásHistoriasdeAbuso.
Juan Miguel Rosales fue abusado por tres personas muy cercanas a su familia entre los 4 y 5 años de edad. Como muchos menores, su mente bloqueó sus recuerdos y creció sin percatarse de lo que le sucedió.
«Yo nunca tuve presente este momento en mi vida, a pesar de que estaba viviendo las consecuencias. Se mantuvo oculto en mi subconsciente por más de 25 años hasta que me empecé a dar cuenta en mi vida adulta», explicó Rosales.
La pérdida de memoria es una defensa rápida y eficiente ante un trauma como el que causa el abuso sexual. En condiciones de extremo dolor físico y emocional, las personas pueden olvidar experiencias completas que a esa edad o en esas condiciones, serian imposibles de sostener.
«Mi vida profesional estaba patas arriba, me sentía súper agobiado, no lograba encajar en ningún trabajo, no me sentía bien… empezaron a pasar demasiadas cosas que me llevaron a estar muy insatisfecho con mi vida», contó Rosales.
Cuando una persona fue abusada sexualmente, puede llegar a ser bastante autodestructiva, experimentando profundas emociones de ira, pánico, vergüenza o miedo. Cuanto más pequeño fue el niño cuando abusaron de él por vez primera, más significativa podría ser su disociación.
«Soy sobreviviente de este fenómeno que es más común de los que uno cree y más profundo de lo que uno conoce.»
Rosales descubrió que había sido abusado a sus 32 años, cuando empezó a entrevistar a profesionales de salud como parte de un proyecto de emprendimiento enfocado en terapia ocupacional.
Al final de su entrevista con una psicóloga, le platicó sobre sus problemas. La profesional le realizó una serie de interrogativas y al final le hizo una pregunta que le cambió la vida para siempre: «Juan Miguel, ¿tú has considerado de que de niño fuiste abusado?»
«Me cayó un cubetazo de agua fría… empecé a recordar todo lo que me hicieron.Esto vino a moverme mi realidad hasta lo más profundo de mi ser.»
Han sido cinco años de mucho trabajo para sanar las heridas que le dejó el abuso, pero afirma que es un proceso que vale la pena. Actualmente, Rosales está casado, tiene una vida laboral estable y cuenta su testimonio para ayudar a más personas.
«Si fueron abusados de niños, trátense por favor. Nosotros somos los entes con mayor impacto para sanar a una sociedad porque solo alguien que ha pasado por esto entiende y lo puede expresar mejor.»
En El País de los Jóvenes tenemos un programa que busca apoyar a jóvenes a levantarse por la mañana y dejar que la inspiración, la buena actitud, las ganas de salir adelante y la fe estén por encima de cualquier herida del pasado, porque todos los jóvenes merecen despertar a un nuevo amanecer. Haz clic aquí.
