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Algún día Emilia y Esteban escucharán la historia de cómo a través de la fe de sus padres llegaron al mundo. Una historia de amor incondicional que los llenará de esperanza y fe. Crecerán con la certeza de que los milagros existen. Emilia y Esteban escucharán la historia de cómo sus padres los amaron antes de saber que existirían.
Como toda buena historia, esta inicia con dos personas enamoradas: Marcela y Emerson. Marcela, siempre devota a la Virgen del Rosario iba todos los años, en el mes de octubre, a visitarla, pero su visita en el 2017 sería diferente a las pasadas.
«Algo muy particular sucedió en esta ocasión. Llegamos a ver a la Virgen como todos los años, pero llegamos [tarde], cuando ya estaba terminando la visita a la Virgen«, relató Emerson, quien en ese año todavía no era esposo de Marcela, a El País de los Jóvenes. «Como Marcela es una persona que le gusta lograr lo que se propone, ella no quería quedarse ese año sin visitar a la virgen», agregó.
Mientras Emerson y Marcela caminaban hacia la iglesia, creyeron que sería muy tarde porque la puerta de entrada parecía estar cerrada, pero cuando se acercaron habían unas personas de seguridad que les dijeron que pasaran adelante. Ese día se iba a llevar acabo un evento muy especial. Sin saberlo, Marcela recibiría una respuesta a sus peticiones.
Emerson y Marcela estaban cerca de cumplir los 40 años y pensaban que eso reducía la probabilidad de que pudieran tener hijos o implicaba un gran riesgo, pero Marcela decidió ponerlo en manos de Dios y de la Virgen María.«Ese rosario fue dedicado a que Dios me diera la bendición de ser madre algún día y de casarme [con Emerson]», explicó Marcela a El País de los Jóvenes.
En poco tiempo, algo muy inusual sucedió; algo que les cambiaría la vida por completo.
